Para llevarlo a cabo, lo primero que hay que hacer es orientar el mapa al norte, con ayuda de una brújula, se miden las distancias con un hilo y pinchando con alfileres, nos ubicamos y se miran las curvas de nivel, para ver el grado de dificultad.
Si no contamos con la brújula, sabiendo por donde sale el sol, también nos podemos orientar, y si estamos en el monte, un indicativo es fijándonos donde está la umbría en los árboles
Para diseñar una excursión, tendremos en cuenta las fuentes, la distancia a recorrer y el desnivel.
Las balizas se marcarán en el mapa y se pondrán a la vista de los participantes, ya que deben de verlas cuando están llegando y así, se aseguran que lo están haciendo bien, fomentando su seguridad y confianza en el aprendizaje.
Normalmente, en una carrera de orientación también se cuenta el tiempo de realización de la carrera.
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